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Título

Filosofía pirata: la propiedad intelectual como supuesto en la creación cultural y filosófica

Problema

El advenimiento de la era digital ha posibilitado formas de creación cultural que cuestionan conceptos como los de autoría, autoridad, la cultura como objeto de consumo y metodologías profesionales para la creación cultural (edición de libros, revisión por pares, investigación académica, etc.), los cuales son ejes esenciales para el modelo cultural hegemónico. Esto ha provocado una crisis de este modelo, donde la principal reacción ha sido su fortalecimiento a través de una vía técnico-jurídica por la cual se establece lo que es «correcto», «legal» y «técnicamente viable», cuya consecuencia es el constreñimiento de las posibilidades de creación intelectual que deja afuera a toda actividad cultural que no se apegue a dicho marco. Esto tiene un impacto directo en el presente y porvenir de nuestra cultura, ya que al reaccionar conservadoramente se estipula un paradigma de lo más «adecuado» o «pertinente» al momento de aprehender, entender, comprender y compartir creaciones intelectuales, que por lo general discrimina o criminaliza formas de creación periféricas que fundan su quehacer en una red descentralizada de sujetos que intercambian información. El efecto inmediato y continuo de esta decantación no solo es la preservación de la idea de autor, autoridad, cultura de consumo o arquetipos metodológicos, sino también la reproducción de un modelo cultural hegemónico afín a la ideología del libre mercado y «capitalismo global».

Pregunta

Ante la crisis de este modelo, que priorizan al autor, la autoridad o la creación cultural como bien de consumo, ¿qué tan válido es el supuesto vínculo intrínseco entre el sujeto creador y el objeto creado, el cual es fundamento del concepto de «propiedad intelectual»? ¿Qué ocurre cuando se deja de tratar a la «propiedad intelectual» como un objeto, también conocido como «ejecución concreta de una idea»? ¿Qué impacto tiene la doctrina de la propiedad intelectual en el quehacer cultural, principalmente en las metodologías de investigación?

Tesis

La noción de propiedad intelectual como objeto es epistemológicamente inadecuada. En su lugar, el tratamiento de la propiedad intelectual como un aparato ideológico interestatal y como un mito fruto de la modernidad permite dar una explicación más compleja sobre el fenómeno cultural de nuestro tiempo. De este modo se indica cuál es la función de la propiedad intelectual en la preservación del «capitalismo global», y sus consecuencias indeseadas para el quehacer cultural, al hacer énfasis en la importancia de la autoría, la autoridad y la creación cultural como bien de consumo.

Hipotesis

Las justificaciones lockeana, utilitarista o helegiana-kantiana de los derechos de propiedad intelectual establecen un paradigma de lo «correcto», «legal», «técnicamente viable», «adecuado» y «pertinente» del quehacer cultural. Estas justificaciones tienen su principal fundamento en la supuesta relación intrínseca entre el sujeto creador y el objeto creado, sea por el trabajo invertido o por la originalidad de la expresión, y por el cual se prioriza al autor como condición necesaria para la intelección y control de la creación. Sin embargo, en la creación cultural en un contexto primordialmente digital el creador rara vez es una figura de autoridad que da significado y sentido a la creación sin que esto afecte la inteligibilidad de la creación, e incluso en algunos casos el autor ni siquiera es identificable pese a la suma originalidad de la creación. Esto evidencia que las justificaciones que tornan a la creación intelectual en «propiedad» se basan más bien en un supuesto que proviene de la relación moderna entre el sujeto y el objeto, cuya simplicidad queda trastocada al exibirse que antes, durante y después del acto creativo intervienen otros actores, como el público, la sociedad y sus instituciones, que difícilmente permiten un momento «íntimo» entre el sujeto creador y el objeto creado. Por este motivo cabe decir que la relación sujeto-objeto es epistemológicamente inadecuada para describir el fenómeno actual del quehacer cultural, así como cabe la posibilidad de percibir qué es lo que ocurre cuando la propiedad intelectual deja de tratarse como un objeto. Una de las posibilidades permite el análisis de la propiedad intelectual como un aparato ideológico interestatal que pretende perpetuar por una vía técnico-jurídica el paradigma cultural que se ajusta a modelos del «capitalismo global» y su economía de libre mercado. La otra posibilidad es la indagación de la propiedad intelectual como un mito que permite la «naturalización» o «normalización» del carácter prioritario del autor y subsecuente «entendido» de su derecho de control sobre su creación. Gracias a esto es posible identificar que si bien este mito fue uno de los principales ejes para la gestación cultural a partir de la invención de la imprenta y el pensamiento moderno, desde la decentralización de la información producto de la tecnología digital, este modelo ha sido incapaz de adaptarse a los nuevos paradigmas culturales, a tal grado que la insistencia en su prolongación ha mutado en una postura que pone en peligro el porvenir de nuestra cultura al discriminar o criminalizar muchas de las actuales prácticas de aprehensión, entendimiento, comprensión y compartición culturales.

Referencia académica

A partir del debate entre la piratería digital, el Open Access y el software libre o de código abierto, y las tres justificaciones filosóficas de la propiedad intelectual es posible conformar un eje de análisis que muestre que el centro de la discusión es una cuestión filosófica sobre el estatus ético, epistemológico y ontológico de las implicaciones de tratar a la creación intelectual como propiedad a partir de la examinación de la supuesta relación intrínseca entre el sujeto creador y el objeto creado. Esta perspectiva ha empezado a ser trabajada por lo que se conoce como «filosofía pirata», concepto propuesto en la revista Culture Machine, desde un enfoque de las implicaciones éticas de esta confrontación. Aquí se trataría además como un eje metodológico por el que paulatinamente se deje el terreno de la discusión socioeconómica, tecnopolítica y jurídica que implica la propiedad intelectual hacia un campo filosófico en el que se cuestiona los modelos de autoría, autoridad, práctica profesional y cultura de consumo a partir de autores como Heidegger, Derrida, Foucault, Althusser, Illich y Barthes.