Redacción de 5

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@ -399,7 +399,7 @@ lineamientos porque su interés no era defender a la propiedad, sino en
justificarla como derecho positivo y acorde a su sistema @.
Estas características limitan las pretensiones de concebir una teoría de la PI
_ad hoc_ al modo en como se hace cultura en el capitalismo global. Para
_ad hoc_ al modo en como se hace cultura en la contemporaneidad. Para
ajustarla se han recurrido a otros autores también interesados en la persona.
Para Palmer existen otros dos @. Uno sería Humboldt ya que hace énfasis al
desarrollo del potencial humano @. Pese a ello, entre los teóricos de la PI
@ -507,7 +507,164 @@ sistemáticos de la teoría de la PI que se pretende fundar @.
## 5. La teoría laborista: la defensa de la propiedad de Locke
anglosajona > copyright
En el _Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil_, capítulo 5 —«De la propiedad»—,
John Locke desarrolla su teoría de la propiedad @. Aquí este filósofo soluciona
el problema de derivar el derecho positivo a partir del derecho natural al
combinar la creatividad divina con la humana @. Dios dio la tierra a los hombres
para su comodidad y existencia @. Aunque esta pertenece a todos, existe una
propiedad que solo le pertenece a cada uno: su cuerpo @. Mediante este y sus
manos el hombre produce los frutos que «podemos decir que son suyos» @. Con su
labor es como el hombre saca elementos de su estado de naturaleza y le agrega
algo distinto que, por consiguiente, «hace que no tengan ya derecho a ella los
demás hombres» @. La propiedad queda así justificada mediante la labor @.
Aunque Locke habló de propiedad física, principalmente en un contexto agrícola,
su modo de razonar permite una extrapolación. Así como el hombre es dueño de
las manzanas que cultiva, también puede ser propietario de las ideas que
genera. Lo que tenemos en la argumentación lockeana es una expansión de los
derechos que van de la propiedad del cuerpo a los frutos producidos por el
cuerpo @. Su medio de enlace entre uno y otro extremo es la actividad física
y poco placentera que se lleva a cabo en la labor @. El cuerpo sería el
punto de partida mínimo para la esfera que comprende lo que es suyo. La
propiedad correspondería a esos objetos que expanden esta esfera. La labor es
la actividad que convierte lo que es bien común en un objeto entremezclado con
la corporeidad del ahora propietario.
Se trata, sin dudas, de una visión individualista de la creación de PI @. En
un _micronivel_ permite identificar una génesis de exigencia moral sobre la
creación intelectual de manera independiente a la sociedad, el progreso social
o a cualquier otra propuesta basada en el fomento para la generación de PI @.
Con Locke está patente el supuesto liberal anglosajón donde el individuo
precede a la sociedad @ o al menos no la requiere para el surgimiento del
derecho positivo.
Como este constante aumento de la esfera «privada» puede ser conflictivo en
un contexto comunitario, Locke arroja dos condiciones para legitimar estas
apropiaciones @. Para evitar los monopolios, (1) siempre se tiene que dejar
lo suficiente para los demás @. Con el fin de que nadie produzca más de lo
que necesita, (2) el desperdicio queda prohibido @.
La teoría laborista es fácil de comprender; no obstante, por su simpleza existen
una serie de dificultades al intentar trazar legislaciones pertinentes. En
realidad Locke no prentendió establecer una completa base jurídica, sino
justificar la propiedad y el traslado del derecho natural al derecho positivo @.
Una de los problemas proviene en lo que se conoce como «primera ocupación» @.
En la teoría de la propiedad de Locke se supone un punto de partida virgen por
el cual siempre es posible una primera ocupación unilateral de los bienes
comunes. Como en principio hay suficientes recursos para todos, no es necesario
el consentimiento para estas primeras «ocupaciones». En un sentido histórico
esto crea una oligarquía de los que llegan primero @. Con el paso de los años
poco a poco queda menos para todos los demás por lo cual se tienen algunas
consecuencias. El modo de acceso primigenio deja de ser la «primera ocupación»
para darle paso a un mercado en donde se vuelve necesario el pago para la
transferencia de las propiedades. Así se crea una situación de desventaja entre
los primeros y consecutivos propietarios. Para mantener el orden acontece un
aumento del aparato burocrático y un «robustecimiento» de la legislación
hasta llegar a ser ridículos @. Una respuesta es modificar las condiciones
dadas por Locke para que tengan un sentido histórico @. Otra es el
establecimiento de la «primera ocupación» siempre y cuando exista un «desierto
moral». Con este se funda el derecho a poseer sin consentimiento
siempre y cuando no exista un previo contexto de reclamos; una vez que esto
no es posible, se modificaría la legislación para responder _ad hoc_ a su
situación @.
Muchos teóricos de la PI argumentan que este problema no afecta a la PI ya
que la base común de la que parten —a saber, las ideas— nunca se agota ni
pueden ser propiedad exclusiva de una persona @. La primera ocupación siempre
sería posible porque no hay nadie que agote el campo infinito de ideas.
Además esto haría que la condición (1) sea relevante en cuanto a la distribución
de la PI, mas no en su creación. La producción de PI no tiene límite en
cuanto creación de ideas, pero sí sobre la distribución de las expresiones
concretas de esas ideas. Sin embargo, en el empleo de la definición estándar
de la PI se olvida que la entrada al «mundo de las ideas» por lo general se da
a través de expresiones concretas; rara vez son fruto exclusivo del
productor, su cuerpo o su talento. Para tener conocimiento de la idea de _cogito
ergo sum_ de Descartes es necesario tener disponible alguna edición del
_Discurso del método_ o alguna otra fuente que hable al respecto. Sin este
acceso, un sujeto _a_ nunca se le vendrá a la cabeza que, para la filosofía
occidental, el «pienso y luego existo» sería un punto sin retorno para la
filosofía moderna; tal como sucedió con aquellos pensadores fuera de la
esfera de influencia europea. Lo que se quiere decir es que las
ideas requieren contexto y un soporte físico para su acceso. Son raros los casos
como el de Leibniz y Newton que de manera autónoma elaboraron lo que
posteriormente se conocería como cálculo —nótese que a pesar de no saber que
ambos trabajaban en lo mismo, compartían un mismo contexto histórico del
desarrollo de las matemáticas—. Para la condición (2) existe casi un consenso
en que no afecta a la PI debido a que las ideas nunca se desperdician @. No
obstante, si la «vida» de una idea depende tanto de su contexto como de su
soporte, se vuelve relevante el desperdicio de una idea en un contexto de
derechos de PI. Estos limitan de manera artificial las posibilidades de «vida»
de una idea y, por ende, del beneficio que puede obtenerse para otros o en
sociedad. Es decir, para varias ideas sería un desperdicio dejarlas resguardadas
dentro del castillo de la PI.
Otra dificultad es el condicionamiento de la propiedad a la labor desagradable.
Locke supone que no hay labor placentera y por ello su ejecución ha de
recompensarse a través de los frutos cosechados. No solo la propiedad es una
fuente de riqueza o un medio necesario para fines humanos @, sino que tiene
como consecuencia que a mayor goce, menor custodia @. El grado de protección
de una propiedad sería relativo al desagrado que implica su creación. Si bien es
posible dar con mecanismos para evitar que esto suceda @, estos suponen
un valor intrínseco a la labor realizada por un sujeto @. Esta manera de
valorar a la propiedad pierde de vista que existen muchos factores externos
que afectan a el valor de los frutos @, empezando por las diposiciones
circuntanciales del mercado.
Una objeción más puede indicarse en la misma presentación de la teoría. El
argumento va de manera progresiva de un comienzo mítico, religioso y natural
a uno real, histórico y positivo. Sin embargo, las condiciones lógicas para la
satisfacción de este corrido suponen su punto de partida desde un inicio.
Schroeder ha señalado —aunque no para criticar esta teoría— que el dichoso
«estado de naturaleza» es una hipótesis lógicamente necesaria que concede
explicaciones en restrospectiva @. Es decir, semejante estado es una creación
del hombre @ para poder dar significado y sentido a su situación actual a
partir de una génesis que podría remontarse hasta Adán y Eva.
Existen otros problemas con esta teoría pero para terminar me enfocaré a una
que no se la ha prestado atención suficiente. La teoría laborista de Locke
permite no solo fundamentar a la propiedad o a la PI, sino también ir en contra
de ella. Moore menciona que desde Pierre-Joseph Proudhon se ha criticado a la
teoría lockeana por suponer una expansión de derechos de propiedad a partir del
cuerpo @. Si bien Proudhon en _¿Qué es la propiedad?_ no hace referencia a
Locke, sí dedica cuantiosas páginas para criticar el fundamento de la propiedad
a partir del «trabajo» @. Su crítica va dirigida a cómo esta concepción atenta
a la libertad de otros o de la sociedad, aunque también puede funcionar para
establecer la abolición de la propiedad —el objetivo que Proudhon persigue a lo
largo de su obra—.
Supóngase que de manera efectiva el trabajo es el fundamento de la propiedad.
De ser así, el valor de la propiedad no residiría en esta misma, sino en el
trabajo empleado para su producción. Es decir, el capital yacería en el
trabajo del sujeto, no en el objeto producido. Si esto es así, una primera
consecuencia es que los objetos no le pertenecerían a quien es dueño de los
medios de producción, sino a quien con su trabajo los usa de manera efectiva.
El capataz no sería el propietario de la milpa, sino el peón, porque con su
trabajo la siembra y la cultiva. Pero ¿para qué detenernos ahí? Si el trabajo
es la fuente de apropiación de los objetos. Si este se ejerce a través de las
herramientas que permiten la producción de objetos. Si este al mismo tiempo
requiere de un espacio definido para su ejecución. Entonces, por medio del
trabajo se es propietario no solo de sus frutos, sino de todo lo necesario
para su producción. Al menos sería así durante el tiempo que se lleva a cabo
la actividad productiva. El peón sería dueño de la milpa, pero también del
tractor y de la tierra que trabaja. Como consecuencia se tiene una teoría
laborista que volatiza, absorbe o vuelve irrelevante a la propiedad privada. O
por lo menos le da mucho mayor peso a la propiedad pública o a los bienes
comunes.
Por su simplicidad y potencia, esta teoría es la que ofrece mayor flexibilidad.
Esto provoca las pasadas y demás dificultades. En cuanto su nomenclatura, esta
puede encontrarse con distintos nombres según cuál sea el aspecto preferido a
resaltar. Unos la llaman tan solo «teoría lockeana» @. Otros la denominan como
«teoría del desierto», por predilección a la noción del «desierto moral» @. Hay
además quienes la bautizan como «teoría del trabajo», debido a la preferencia
al lugar central que ocupa la labor @. En este caso se prefiere el uso de
«teoría laborista» por un doble cometido. En el original Locke habla de _labor_
y no de _work_. Atendiendo a la distinción que hace Hannah Arendt entre labor,
trabajo y acción, la primera se dedica a la satisfacción de las necesidades
vitales @. Como puede interpretarse del texto de Locke, este defiende los
derechos de propiedad a partir de un principio básico de sustento de la vida
humana, por lo que la idea de «labor» arendtiana podría ser aplicable.
## 6. ¿Es posible una teoría de la propiedad intelectual?
@ -516,16 +673,16 @@ para sus teóricos los resultados aún no son satisfactorios. Hughes menciona
que todas las teorías tienen sus detalles aunque para sobrepasarlos bien
podrían complementarse @. Hettinger acepta que todavía no hay una justificación
adecuada a la PI @. Palmer resalta que la mayoría de los argumentos ofrecidos en
estas teorías vienen de defensores de la propiedad privada y el libre mercado @.
Para Stengel existen nexos entre las teorías, lo que refleja la necesidad de
poner parches @. Schroeder hace énfasis que, con tal de defender la PI mediante
Hegel, se termina por citarlo de manera incorrecta, hasta el punto de generar
una visión romántica que no le corresponde y que en su lugar crea un fetiche @.
Schffrin denota que sin importar la postura ante la PI, la mayoría acepta que el
creador ha de recibir una justa compensación; el detalle estriba en cuál es la
forma más adecuada @. Epstein es de los más enfáticos en ver a la teoría de la
PI como un sistema sujeto a los derechos liberales de libre empresa y de
propiedad privada @. Moore lanza una advertencia: privilegiar el aspecto
estas teorías vienen de defensores de la propiedad privada y del libre mercado
@. Para Stengel existen nexos entre las teorías, lo que refleja la necesidad de
poner parches @. Schroeder hace énfasis en que, con tal de defender la PI
mediante Hegel, se termina por citarlo de manera incorrecta, hasta el punto de
generar una visión romántica que no le corresponde y que en su lugar crea un
fetiche @. Schffrin denota que sin importar la postura ante la PI, la mayoría
acepta que el creador ha de recibir una justa compensación; el detalle estriba
en cuál es la forma más adecuada @. Epstein es de los más enfáticos en ver a la
teoría de la PI como un sistema sujeto a los derechos liberales de libre empresa
y de propiedad privada @. Moore lanza una advertencia: privilegiar el aspecto
económico de la PI genera el peligro de minar a las instituciones que la
resguardan e incluso a la misma noción de PI @. Por último, Barron propone un
giro —al menos para la doctrina de los derechos de autor—: que la teoría ya no