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@ -1982,301 +1982,229 @@ consensos entre ambos «bandos»?
# 13. Del problema de la interpretación al de la teorización
La justificación de la +++PI+++ a través de Locke, Kant y Hegel
o a partir de teorías hegelianas o utilitaristas demuestran un
interés de dar fundamentos filosóficos a este tipo de propiedad.
Sin embargo, como ha podido observarse en las secciones 1--6
y como @textcite[schroeder1998a] ha denunciado en parte, existen
una serie de inconvenientes en el modo de empleo de cada una
de estos filósofos.
o a partir de teorías utilitaristas demuestran un interés de
dar fundamentos filosóficos. Sin embargo, como ha podido observarse
en las secciones 1--6, existen una serie de inconvenientes en
el empleo de cada uno de estos filósofos.
Una de las primeras dificultades es la fragmentación teórica
llevada a cabo con el fin de justificar la +++PI+++. La teoría
de la propiedad de Locke no fue elaborada para defender algún
tipo de propiedad intangible: su objetivo era el paso de una
teoría del derecho natural a una del derecho positivo de la tangible
La primera dificultad es la fragmentación teórica con el fin
de justificar la +++PI+++. La teoría de la propiedad de Locke
no fue elaborada para defender la propiedad intangible: su objetivo
fue el paso del derecho natural al derecho positivo de la tangible
propiedad privada. Elaboraciones posteriores han _interpretado_
la posibilidad de extrapolar la teoría laborista de Locke para
justificar a la +++PI+++, como se mencionó en la sección 5. Esto
a pesar que Locke no asintió en que la propiedad fuera aplicable
a los trabajos intelectuales @parencite[baldwin2014a]. Una de
las principales dificultades de este traslado es la generación
de una visión individualista basada en la «cultura del esfuerzo»
de la creación intelectual. Sin embargo, su efectivo cumplimiento
se da a través de diversas instituciones estatales, cuyos principales
beneficiarios ---en cuanto mayor acumulación de capital y amplia
capacidad jurídica--- no son los creadores independientes, sino
las instituciones o las empresas que a través de los contratos
de obras por encargo o del uso de lo creado por las «economías
del regalo» ---las cuales en la mayoría de los casos son mantenidas
por las personas o colectivos que apuestan por los +++BC+++---
aseguran la titularidad de los derechos o disminuyen sus costos
de producción.
la teoría lockeana para justificar la +++PI+++, como se mencionó
en la sección 5, sin importar que Locke no creyó en que el régimen
de la propiedad fuera aplicable al trabajo intelectual @parencite[baldwin2014a].
Este traslado genera una visión individualista basada en la «cultura
del esfuerzo». Sin embargo, su efectivo cumplimiento se da a
través de instituciones estatales, cuyos principales beneficiarios
---en cuanto acumulación de capital y ampliación de la capacidad
jurídica--- no son los creadores, sino las instituciones o las
empresas que por medio del contrato de obras por encargo o del
uso de los bienes de las «economías del regalo» aseguran la titularidad
de los derechos o disminuyen sus costos de producción.
Las fragmentaciones de las teorías de Kant y Hegel se dan a partir
de un uso teórico que no toma en cuenta los objetivos o las consecuencias
de cada uno de sus discursos. En efecto ambos autores se preocuparon
por la propiedad literaria y su espacio dentro de sus teorías
del derecho. Para el caso de Kant es posible percibir una defensa
al creador literario. Sin embargo, la creación literaria no fue
asimilada como propiedad. En su lugar, esta es el discurso del
autor, por lo que la defensa de este tipo de creación deviene
en el derecho a la libertad de expresión. No existe en Kant la
idea de los derechos de autor como derechos de propiedad. Para
Hegel la propiedad forma parte de un momento histórico y dialéctico
que trasciende al individuo. El objetivo nunca fue defender la
propiedad literaria a perpetuidad, ya que el fin no fue la defensa
del individuo _per se_, sino la protección de sus intereses para
un momento determinado de la historia. Como se vio en la sección
4, han sido ulteriores argumentaciones que han _interpretado_
que Kant defiende el trabajo de los autores a modo de propiedad
literaria o que Hegel habla de propiedad literaria a perpetuidad.
Una de las consecuencias más relevantes en este modo de empleo
de Kant y Hegel es la constitución de los derechos morales, los
cuales defienden la creación literaria como propiedad inalienable
del creador y cuya génesis histórica se sitúa en las discusiones
de juristas franceses y alemanes del siglo +++XIX+++ ---varios
de ellos hegelianos o conocedores de Kant o, al menos, influenciados
con fuerza--- @parencite[baldwin2014a] A través del Convenio
de Berna estás discusiones se convertirían en legislaciones que
se implementaron en el resto del mundo y que hoy en día son perceptibles
en leyes nacionales como es el caso de la Ley Federal del Derecho
de Autor del Estado mexicano.
La fragmentación de las teorías kantianas o hegelianas se da
por un uso que no toma en cuenta sus objetivos o consecuencias.
Ambos autores se preocuparon por la propiedad literaria y su
lugar dentro de sus filosofías. En Kant hay una defensa al escritor
donde su creación no fue asimilada como propiedad. Esta es la
voz del autor por lo que deviene en el derecho a la libertad
de expresión. Para Hegel la propiedad forma parte de una dialéctica
allende al individuo. El objetivo no fue su defensa a perpetuidad,
sino su protección para determinado momento histórico. En la
sección 4 se vio que ulteriores _interpretaciones_ de Kant o
Hegel defienden el trabajo del autor como propiedad perenne.
Una consecuencia fue la constitución de los derechos morales,
los cuales defienden la creación literaria como propiedad inalienable
y cuya génesis se sitúa en las discusiones decimonónicas de juristas
franceses y alemanes @parencite[baldwin2014a]. Con el Convenio
de Berna estas se implementaron como legislaciones en el resto
del mundo y que hoy en día están presentes, por ejemplo, en la
Ley Federal del Derecho de Autor del Estado mexicano.
Como se argumentó en la sección 1, el interés de la teoría progresista
es principalmente socioeconómico: la generación de la mayor utilidad
posible. En esa sección se indicó cómo la fundamentación de la
+++PI+++ se da por medio de una _interpretación_ de las teorías
utilitaristas generales para su constitución y aplicación en
el caso especial de los derechos de +++PI+++. A pesar de que
las teorías progresistas dan pautas para la protección de la
creación intelectual, por la falta de claridad sobre el tipo
de economía que pretende fomentarse, esta tiene el efecto de
trasladar gran parte de la plusvalía generada del creador al
distribuidor de bienes culturales.
La teoría progresista sigue fines socioeconómicos: la generación
de la mayor utilidad posible. En la sección 3 se indicó cómo
las _interpretaciones_ de teorías generales utilitaristas fundamentan
el caso particular de los derechos de +++PI+++. A pesar de que
estas teorías protegen la creación intelectual, se tiene el efecto
de trasladar gran parte de la plusvalía del creador al distribuidor
de bienes culturales.
Si bien el uso de los discursos de Locke, Kant y Hegel pueden
considerarse fragmentarios y equívocos, estas condiciones ---las
decisiones iniciales sobre cuáles partes de sus teorías considerar---
y sus resultados ---varias argumentaciones para teorías de la
+++PI+++ analizadas aquí destacan más por su caracter ecléctico
y por el uso forzado de citas de estos filósofos--- muestran
un problema teórico de fondo. No es solo que las teorías de la
+++PI+++ de manera intencional hayan reducido sus posibilidades
de fundamentación filosófica a fragmentos ---por lo general descontextualizados---
de no más de un puñado de filósofos modernos de origen europeo,
sino que los supuestos teóricos de quienes buscan fundamentar
la +++PI+++ distan de los supuestos teóricos de cada uno de los
filósofos empleados. Aún están pendientes más análisis filosóficos
al respecto.
El uso de Locke, Kant y Hegel puede considerarse fragmentario
y equívoco por sus condiciones ---la decisión sobre cuáles partes
considerar--- y sus resultados ---el caracter ecléctico o el
uso forzado de estos filósofos---, pero también muestra un problema
teórico de fondo. Las teorías de la +++PI+++ de manera intencional
reducieron sus fundamentos filosóficos a fragmentos ---por lo
general descontextualizados--- de un puñado de filósofos europeos
modernos, al mismo tiempo que sus suposiciones distan de los
supuestos teóricos de los filósofos empleados. Aún están pendientes
más análisis filosóficos al respecto.
Este problema también es perceptible en los críticos de la +++PI+++
que han apostado por los +++BC+++, como se explicó en las secciones
7--12. En este espectro de la creación cultural el problema teórico
es más notorio, no por su carencia de rigurosidad, sino por el
poco de interés en legitimar sus discursos a partir de filósofos
que se consideran autoridades y partes de canon del pensamiento
occidental. Algunas dificultades teóricas es la ambigüedad en
la extensión y en la definición de los +++BC+++; otro inconveniente
es la falta de consenso respecto al tipo de oposición frente
a la +++PI+++, como es patente en las posturas del _copyjustright_,
el _copyleft_ y el _copyfarleft_; un impedimento adicional es
la poca crítica ---o su minimización--- que se ha llevado en
torno a ciertas categorías fundamentales de sus discursos como
son la «autoría», la «libertad», la «apertura», el «acceso»,
la «atribución» o la «originalidad».
Un problema similar se percibe entre los críticos de la +++PI+++
que apuestan por los +++BC+++, los cuales se analizaron en las
secciones 7--12. La dificultad teórica es más notoria, no por
su carencia de rigurosidad, sino por el poco de interés en legitimar
el discurso a partir de autoridades filosóficas que forman parte
del canon occidental. Algunos inconvenientes son la ambigüedad
en la extensión y la definición de los +++BC+++; la falta de
consenso en la oposición a la +++PI+++, como es patente en las
posturas del _copyjustright_, el _copyleft_ y el _copyfarleft_,
y la crítica insuficiente en torno a ciertas categorías fundamentales
para sus argumentos como los conceptos de «autoría», «libertad»,
«apertura», «acceso», «atribución», «apropiación» u «originalidad».
Estas ambigüedades y ausencia de consensos pueden explicarse
a través de la pretensión de autonomía de cada organización o
persona que apuesta por los +++BC+++. En este tipo de ecosistema
se busca el mantenimiento de la diferencia como estrategia para
otorgar diversidad y fuerza al movimiento de los +++BC+++. Aunque
en el discurso varias organizaciones o individuos tengan sus
oposiciones y guarden sus distancias, el activismo de estos actores
destaca por su cohesión, aunque por lo general se trate del establecimiento
de alianzas para organizar campañas o eventos, en lugar de establecer
estrategias a largo plazo.
Una explicación de estas dificultades va en torno a la búsqueda
de autonomía de cada organización o persona. En este ecosistema
se defiende la diferencia como estrategia para dar diversidad
y fuerza al movimiento en pos de los +++BC+++. Aunque en el discurso
varios actores se opongan y se distancien, su activismo destaca
por la cohesión, aunque por lo general se establezcan alianzas
para organizar campañas o eventos, en lugar de planear estrategias
a largo plazo. Esto puede considerarse un fenómeno sociopolítico.
Sin embargo, la ausencia de teorías consistentes o de reflexiones
que cuestionen los cimientos de sus discursos retraen las posibilidades
para los modelos económicos y políticos alternativos que anhela
este espectro del quehacer cultural.
Esto puede considerarse un problema en cuanto al carácter sociopolítico
de quienes defienden los +++BC+++. Sin embargo, la ausencia de
teorías consistentes o de reflexiones que cuestionen los cimientos
de cada uno de sus discursos retraen las posibilidades para los
«nuevos» modelos económicos y políticos que anhela este espectro
del quehacer cultural.
Según @textcite[hall2016a], estos problemas teóricos tienen sus
raíces en el desafío que se hace a la «dictadura» de lo humano
que pretende enfatizar lo no-humano, lo poshumano o lo posantropocéntrico.
Sus discursos y las políticas de su producción cultural tienden,
por un lado, a apoyarse en dispositivos jurídicos que alimentan
el modelo neoliberal de «emprendurismo académico». Por el otro,
se valen de la tradición del «humanismo liberal», por ejemplo,
la importancia a la autoría, la excelencia del libro como soporte,
el anhelo de originalidad fomentado a cada paso o la fijeza del
producto elaborado por el quehacer humanístico. A este respecto,
también se pueden añadir otras dos formas en como la intelectualidad
interpelante de lo humano recurre a la tradición de las humanidades.
Según @textcite[hall2016a], los problemas teóricos en el discurso
de quienes defienden los +++BC+++ tienen sus raíces en el desafío
que se hace a la «dictadura» de lo humano al enfatizar lo no-humano,
lo poshumano o lo posantropocéntrico. No obstante, sus discursos
y las políticas de su producción cultural tienden, por un lado,
a apoyarse en dispositivos jurídicos que alimentan el modelo
neoliberal de «emprendurismo académico». Por el otro, se valen
de formas tradicionales del «humanismo liberal» como son la importancia
a la autoría, el libro como soporte por excelencia para esta
disciplina, el anhelo de originalidad fomentado en las investigaciones
o la fijeza en como se percibe el producto elaborado por el quehacer
humanístico.
A este respecto, también se pueden añadir otras dos «formas»
en como el trabajo intelectual desafiante de lo humano recurre
a la tradición del quehacer humanístico. Una de estas es el uso
del nombre del autor como eje rector de la obra. En el ámbito
de las humanidades se ha valorado al libro ---y en la actualidad
al _paper_--- como los soportes por excelencia para los productos
de estas disciplinas @parencite[hall2016a]. Sin embargo, el valor
dado a estos soportes por lo general ocurre a través de la valoración
de sus autores. Por ello, es un ejercicio humanístico habitual
la llegada a una obra a través de su autor o de autores relacionados.
Este fenómeno también se da cuando existe la expectativa o la
posibilidad de que el lector llegue a una obra sin los modos
tradicionales de distribución ---que protegen y fomentan a los
derechos de autor y a las lógicas de acumulación capitalista,
así como el libro o el _paper_ como el soporte _de facto_---
pero cuyo eje rector son los nombres de autor y el uso de otras
fuentes no tradicionales para la adquisicón de la obra ---como
los _blogs_, la piratería o las _shadow libraries_; por ejemplo,
LibGen, Aaaaarg, Memory of the World, Monoskop, EpubLibre o Sci-Hub---.
Estos tipos de procedimientos para la accesibilidad del bien
cultural, pese a estar en los márgenes de los modos de distribución
comunes y en zonas jurídicas grises, continúan reproduciendo
el ideal humanista de situar al autor como antecedente a la obra.
El posicionamiento quizá no se dé como autoridad o como relación
de paternidad, pero sí a través de un nexo específico de atribución
a través de un recorrido del autor a la obra. Este fenómeno de
raigambre humanista también está presente cuando, para poder
acceder a la obra escrita por Hall sin los mecanismos tradicionales
de distribución y sin uso de los soportes por defecto, se tiene
que realizar una búsqueda a partir de su nombre ---o el nombre
de sus colaboradores más estrechos--- y una verificación de la
fuente y de la obra a través del cotejo con otras obras atribuidas
La primera es el uso del nombre del autor como entrada para la
obra. En las humanidades se ha valorado al libro ---y en la actualidad
al _paper_--- como los principales soportes para sus productos
@parencite[hall2016a]. Sin embargo, el valor dado a estos por
lo general ocurre a través de la estima hacia sus autores. Este
fenómeno también se da cuando el lector llega a una obra con
independencia a la distribución habitual ---que protege y fomenta
los derechos de autor, la acumulación capitalista, y los soportes
_de facto_---. La aproximación es por medio de los nombres de
autor y el uso de otras fuentes no tradicionales para la adquisicón
de la obra ---como los _blogs_, la piratería o las _shadow libraries_---.
Este procedimiento, pese a estar en los márgenes de la distribución
común y en zonas jurídicas grises, reproducen el ideal humanista
de situar al autor como vehículo para la obra. El posicionamiento
quizá no sea como autoridad o en una relación de paternidad,
pero sí como un nexo específico de atribución a través de un
recorrido del autor a la obra. Este fenómeno está presente cuando,
para poder acceder a los textos escritos por Hall se tiene que
realizar una búsqueda a partir de su nombre ---o el nombre de
sus colaboradores más cercanos--- y una verificación de la fuente
y de la obra a través del cotejo con otros textos atribuidos
al mismo autor.
Otra «forma» común en el quehacer humanístico es el uso de etimologías
grecolatinas para dar nuevos significados o, al menos, para acotar
el uso y la intencionalidad de ciertos conceptos centrales para
un discurso. Este modo de uso no es ilícito. Sin embargo, en
una reflexión que evidencia y toma como punto de partida la búsqueda
de una teoría de la producción cultural sin remanentes humanistas,
es importante considerar el uso de etimologías grecolatinas dentro
del discurso para dar fundamento a nuevos conceptos o resignificaciones.
Otra forma es el uso de etimologías grecolatinas para resignificar
o acotar la intencionalidad de conceptos centrales. Este uso
no es ilícito. Sin embargo, en una reflexión que evidencia y
busca una teoría de la cultura sin remanentes humanistas, es
importante tomar en cuenta la forma del discurso. Este fenómeno
se observa en la definición de «_Pirate Philosophy_» que Hall
lleva a cabo. Aquí lo pirata se define según su etimología griega:
_alguien_ que «intenta», «prueba», «interpela», «problematiza»
o «se mete en problemas» @parencite[hall2009b, hall2012a]. Tal
vez esta estrategia tiene la intención de atraer a humanistas
y filósofos a las problemáticas que se condensan con el término
«_Pirate Philosophy_». Pero ¿qué tanto el uso de reglas de formación
del discurso humanístico permiten teorías no-humanistas? Esta
dificultad requiere de una mayor atención para la reflexión filosófica.
Este fenómeno puede observarse en la definición de «_Pirate Philosophy_»
que Hall lleva a cabo cuando recurre a la estrategia discursiva
de definir lo pirata según el sentido etimológico griego: _alguien_
que «intenta», «prueba», «interpela», «problematiza» o «se mete
en problemas» @parencite[hall2009b, hall2012a]. Tal vez puede
darse el caso que esta estrategia tenga la intención de atraer
a humanistas y filósofos a las problemáticas y críticas que se
condensan con el término «_Pirate Philosophy_». No obstante,
¿qué tanto el uso de ciertas reglas de formación del discurso
humanístico ---como la construcción o la delimitación etimológica
de conceptos--- permiten teorías y reflexiones no-humanistas
sobre la producción cultural? Es una dificultad que también requiere
de una mayor atención para la reflexión filosófica.
La poca rigurosidad con la que se emplean fragmentos escritos
por Locke, Kant y Hegel es un problema. Sin embargo, su crítica
corre el peligro de desviar la atención hacia cuáles son los
usos legítimos de lo dicho por estos filósofos según determinadas
reglas hermenéuticas o del discurso, en lugar de cuestionar por
qué el tipo de discurso articulado por los teóricos de la +++PI+++
se ha centrado en fundar esta propiedad bajo los ideales de una
modernidad occidental ---con especial énfasis en los ideales
de la Ilustración o el Romanticismo alemán---. En la práctica,
los mayores beneficiarios no han sido los sujetos creadores,
ni su «liberación». ¿Será que, a lo que la teoría compete, no
es posible fundar la +++PI+++ afuera de la modernidad occidental?
La poca rigurosidad en el empleo de fragmentos escritos por Locke,
Kant y Hegel es un problema. Sin embargo, su señalamiento corre
el peligro de desviar la atención hacia los usos legítimos según
determinadas reglas hermenéuticas o del discurso, en lugar de
cuestionar los argumentos articulados por los teóricos de la
+++PI+++. Estos han centrado su fundamentación bajo los ideales
de una modernidad occidental. En la práctica, el mayor beneficio
no han sido para los creadores o su «liberación». Entonces, ¿será
que no es posible fundar la +++PI+++ afuera de esta modernidad?
Al mismo tiempo, existen categorías que no están en el centro
de la disputa y en cuya omisión hay estrechas semejanzas a los
problemas teóricos de los discursos que defienden los +++BC+++.
En su tensión entre lo humano y lo no-humano ---que en este caso
es si la «creación» es o no _propiedad de alguien_, sea un individuo
o una comunidad--- los argumentos de los +++BC+++ sugieren que
tal vez el problema teórico de fondo es el que indica @textcite[hall2016a]:
se están tentando teorías no-humanas del quehacer cultural. ¿Cómo
sería eso posible? Es uno de los problemas teóricos que se despliegan
al tener, por un lado, las autodenominadas teorías de la +++PI+++
que no trascienden los ideales de la modernidad reducida a unos
cuantos filósofos y, por el otro, discursos en pos de los +++BC+++
que de manera paradójica juegan o recurren a las «formas humanísticas»
que pretenden minorizar o negar.
de la disputa y en cuya omisión son perceptibles ciertas semejanzas.
En la tensión entre lo humano y lo no-humano ---en si la «creación»
es _propiedad de alguien_--- el estatus de los +++BC+++ sugieren
que tal vez el problema teórico de fondo es el indicado por @textcite[hall2016a]:
la tentación de teorías culturales distantes a la modernidad
o lo humano. ¿Cómo serían posibles? Se trata de una dificultad
que se despliega al tener, por un lado, las autodenominadas teorías
de la +++PI+++ y su incapacidad de ir allende a la modernidad
occidental y, por el otro, los discursos en pos de los +++BC+++
y su recurrencia paradójica a las formas humanísticas que pretenden
minorizar o negar.
# 14. El pacto para una alianza ¿tripartita?
Entre los teóricos de la +++PI+++ y los defensores de los +++BC+++
analizados se han constituido ciertos acuerdos de manera velada.
Uno de estos pactos es la crítica en cuanto a la extensión y
las implicaciones de categorías como la autoría y la atribución.
En ambos «bandos» analizados se observa cierta renuencia a cuestionar
si estas categorías son relevantes según las modalidades actuales
de gestión de derechos de +++PI+++ y de las capacidades técnicas
de producción, reproducción, distribución y conservación de bienes
culturales.
analizados son visibles ciertos paralelismos. Por ejemplo, en
ambos «bandos» hay una renuencia a cuestionar si la autoría es
relevante según las posibilidades de gestión de derechos y las
capacidades técnicas de producción, reproducción, distribución
y conservación (+++PRDC+++) de bienes culturales.
Otro acuerdo es el reduccionismo jurídico. El debate sobre cómo
hacer cultura se ha delimitado a un campo donde el derecho a
producir y reproducir ha pasado a ser un derecho de uso según
las legislaciones vigentes o las licencias de uso avaladas por
alguna entidad estatal o por organizaciones con capacidad operativa
a nivel global ---como la +++FSF+++ o la +++OSI+++---. En otros
términos, es ver al producto cultural, como un libro, a modo
de contrato: un objeto de naturaleza jurídica dentro de un campo
de acción cuyos productores y reproductores suponen que es de
raigambre cultural o político y, después, de carácter jurídico-legislativo.
Otra similitud es el reduccionismo jurídico. El debate sobre
el quehacer cultural ha delimitado la +++PRDC+++ a una cuestión
de derecho según las legislaciones vigentes o las licencias de
uso avaladas por una entidad estatal o por organizaciones con
capacidad operativa a nivel global, como la +++FSF+++, la +++OSI+++
o +++CC+++. En otros términos, el producto cultural, como un
libro, se constituye en contrato: un objeto de naturaleza jurídica
dentro de un campo de acción cuyos actores lo suponen desde un
raigambre cultural o político y, después, con un carácter jurídico-legislativo.
Una similitud adicional es lo que podría considerarse un fetichismo
de la mercancía. En las teorías de la +++PI+++ analizadas es
perceptible el interés por el producto, la economía que fomenta
y la conservación de la productividad cultural. El centro de
disputa es sobre quién conserva los derechos ---y la plusvalía---
de la producción y hasta qué punto estos deben ser a perpetuidad
o restringidos por el Estado a través de las garantías ofrecidas
en el contrato entre las partes o por medio de su consecuente
resguardo y traslado al dominio público. Esto supone que las
economías posibles en el quehacer cultural dependen de la constante
producción de bienes, por lo que es necesario afinar los mecanismos
Una semejanza adicional es el fetichismo de la mercancía. En
las teorías de la +++PI+++ examinadas hay un interés por el producto
y la economía que fomenta, además de la conservación de la productividad.
La disputa es sobre quién custodia los derechos y la plusvalía
de la +++PRDC+++ y hasta qué punto deben ser regulados por el
Estado a través de las garantías ofrecidas en el contrato o por
medio de su consecuente traslado al dominio público. Esto supone
una dependencia de la economía del quehacer cultural hacia la
constante producción de bienes, siendo necesario afinar los mecanismos
para incentivar, recompensar o compensar el trabajo hecho por
productores y reproductores.
Entre los movimientos e iniciativas a favor de los +++BC+++ el
producto cultural por lo general se presenta para hacer patente
posturas políticas e ideales de cómo deberían de ser las economías
y los tipos de convivencia dentro del quehacer cultural. Esto
genera una «economía del regalo» que en varios casos invisibiliza
la precariedad económica, el exceso de trabajo de mantenimiento
---en la mayoría de los casos llevado a cabo por mujeres--- y
la necesidad de dobles jornadas laborales entre los integrantes
de estos movimientos o iniciativas ---además del estrés, las
decaídas anímicas y el desgaste físico que esto conlleva---.
En este sentido la organización y la atención del quehacer cultural
se dedica al cuidado del producto, no tanto en su materialidad,
sino en su significación política y pedagógica ---las enseñanzas
que esto pueda tener para otros tipos de organización---. No
importa que sea un soporte concreto como un libro, una pieza
artística o un programa de cómputo, o se trate de espacios como
_hackerspaces_ o cooperativas, o bien, el tiempo empleado para
eventos o talleres.
Entre los actores a favor de los +++BC+++ el producto por lo
general hace patente posturas políticas e ideales respecto a
la sustentabilidad del quehacer cultural. Se trata de una «economía
del regalo» que tiende a invisibilizar la precariedad económica,
el exceso de trabajo de mantenimiento ---muchas veces llevado
a cabo por mujeres--- y la necesidad de dobles jornadas laborales,
además del estrés, las decaídas anímicas y el desgaste físico
que conllevan. La organización y la atención se dedican al cuidado
del producto, no tanto en su materialidad, sino en su significado
político y pedagógico ---las enseñanzas para otras formas de
organización---. Semejante objeto puede ser un soporte concreto,
como un libro, una pieza artística o un programa de cómputo,
o un espacio, como _hackerspaces_ o cooperativas, o bien, el
tiempo necesario para eventos o talleres.
Una afinidad emparentada a la anterior es la percepción donde
la producción cultural es propiedad. Para los teóricos de la
+++PI+++ se trataría de alǵun tipo de intangible propiedad privada
que al paso de unos años el Estado la constituye como propiedad
pública. Mientras que para las personas que apoyan los +++BC+++
se trataría de algún tipo de propiedad pública o en común desde
su concepción. Aquí cabe prestar atención a una postura reciente
que ve en los +++BC+++ una ausencia de lo que podría considerarse
«propio». Es decir, los +++BC+++ no consisten en lo que es de
todos, sino en lo que no le pertenece a nadie @parencite[hall2016a].
Una afinidad emparentada a la anterior es la percepción de que
la producción es propiedad. Para los teóricos de la +++PI+++
citados es una propiedad privada intangible que al paso de los
años el Estado la transforma en propiedad pública. Para los defensores
de los +++BC+++ es una propiedad en común desde su concepción.
De manera reciente los +++BC+++ se han empezado a percibir con
ausencia de lo «propio». Es decir, estos dejan de pertenecerle
a todos, para ser de nadie @parencite[hall2016a].
Estas similitudes requieren un analísis filosófico de fondo que
van más allá de los objetivos de esta investigación. Sin embargo,
de estos pactos velados es posible indicar que, pese a una autoconcepción
de un estado de «guerra», ninguno de los dos «bandos» parecen
cuestionar con profundidad la relevancia del autor, del contrato
y del producto. Una manera de tratar de comprender este fenómeno
es que en la bibliografía consultada se encontraron ciertas pautas
de un «marco teórico» en común respecto a la producción cultural.
Estas similitudes requieren un analísis filosófico que va más
allá de esta investigación. Sin embargo, estas semejanzas dan
pie a pensar en pactos velados e inconscientes, pese a la autoconcepción
de un estado de «guerra». Ninguno de los «bandos» cuestiona con
profundidad la relevancia del autor, del contrato y del producto.
Una manera de comprender este fenómeno por medio de la bibliografía
consultada es la idea en común de un «marco teórico» que según
explica la +++PRDC+++ de los productos culturales.
La producción, reproducción, distribución y conservación de los
bienes culturales se han configurado en tres grandes esferas.