419 lines
27 KiB
Markdown
419 lines
27 KiB
Markdown
# ¿Puede pensar la inteligencia artificial?
|
|
|
|
Este texto no aporta nada significativo al campo de la inteligencia artificial
|
|
(IA) ni tampoco al campo de estudio con el que se piensa contrastar; a saber,
|
|
la historiografía regional colimense o, en un sentido más amplio, a la historia
|
|
de la conquista de América. El objetivo de este escrito es «ensayar»: «jugar»
|
|
con un posible nexo entre disciplinas tan dispares para poder revisitar un
|
|
problema presente en la teoría de la IA que se sintetiza con el título de este
|
|
documento.
|
|
|
|
## La inteligencia artificial y el problema del «pensar»
|
|
|
|
Dentro de la teoría de la IA se da por sentado la división del campo de estudio
|
|
en dos grandes ramas:
|
|
|
|
1. La IA «débil» o «estrecha» que consiste en diseñar un sistema para que
|
|
resuelva una tarea en específico. Ejemplos tenemos la IA que puede jugar
|
|
ajedrez o go, o que es capaz de manejar un automóvil o mantener una
|
|
conversación con una persona. Se le llama «estrecha» porque más allá de esa
|
|
tarea específica, que quizá puede realizarla mejor que una persona,
|
|
no puede hacer nada más. Incluso cuando dentro de esa misma tarea aparece
|
|
una nueva variable que no había sido completada, este sistema tiende a
|
|
fallar; p. ej. la modificación del tablero de ajedrez o de go a una forma
|
|
hexagonal. En este sentido es «débil» ya que su adaptabilidad requiere de una
|
|
modificación de su código fuente, a diferencia de las personas, que en mayor
|
|
o menor medida pueden llevar a cabo la misma función tomando en cuenta el
|
|
nuevo contexto.
|
|
|
|
2. La IA «fuerte» o «general» que consiste en la creación de un sistema que al
|
|
menos tenga la capacidad de realizar tareas de diversa índole. Esta clase de
|
|
IA es inexistente en la actualidad por los retos que plantea. Sin embargo,
|
|
en teoría se visualiza con la capacidad de equiparar o superar las
|
|
capacidades «cognitivas» humanas. Ejemplos de esta clase de IA se encuentran
|
|
en la ciencia ficción como HAL 9000 o la Matrix. Es «general» porque no está
|
|
diseñada para cumpliar una tarea en específico. Y se le denomina «fuerte» ya
|
|
que su índice de adaptabilidad a nuevos contextos se perfila de manera
|
|
equitativa a las capacidades humanas.
|
|
|
|
En uno u otro caso existe esa división de la IA entre la «práctica», la
|
|
«acción», y lo que se encuentra en estado «teórico», en un «discurso». La IA
|
|
«fuerte» se constituye como un límite, un ideal, que da dirección y norma el
|
|
quehacer actual de quienes desarrollan la IA «débil». O viéndolo de otra manera,
|
|
el campo de la IA no nace ni se entendería plenamente sin el constante optimismo
|
|
presente en la disciplina de aproximarse a la ficción y de cómo su continuo
|
|
fracaso no se percibe como un paso regresivo, sino como un aprendizaje que va
|
|
*hacia adelante* en la consecución de dicho ideal.
|
|
|
|
Pero prefiero otra división cuando se trata del problema sobre si la IA
|
|
«piensa», que a lo largo de este texto intentaré indicar su pertinencia:
|
|
|
|
1. La IA que pretende «emular» el modo de pensar humano.
|
|
2. La IA que se concibe como la «exploración» de un tipo de pensar no-humano.
|
|
|
|
¿Es posible «pensar» en términos no humanos? Se trata de una pregunta que ni se
|
|
asiente ni se niega porque aún no existen los datos suficientes como para
|
|
aventurarnos a indicar que se conoce todo el transfondo de lo que involucra
|
|
el pensamiento. Las neurociencias y la filosofía de la mente, aunque están
|
|
siempre presente en el campo de la IA, aún no dan los elementos suficientes para
|
|
refutar o comprobar esta hipótesis.
|
|
|
|
No obstante, ya sea una «emulación» o una «exploración», de un modo usual se
|
|
tiende a hablar de «pensar» y de «conciencia» de la IA y de cómo esta
|
|
«singularidad» puede tener tal importancia histórica como el surgimiento de
|
|
la filosofía a partir de diversas tradiciones, principalmente asiáticas o
|
|
africanas, la llegada del cristianismo a Occidente, el Renacimiento o el
|
|
surgimiento del pensamiento moderno. La pregunta es: si aún no existen datos
|
|
suficientes sobre lo que es «pensar» que nos permita tener una aproximación
|
|
clara sobre la «emulación» o «exploración» de nuevas formas de pensar, ¿por qué
|
|
sin ningún reparo se habla de «pensar» y de «conciencia» de la IA?
|
|
|
|
Una respuesta podría ser que al no existir todavía conceptos que se adecúen a
|
|
lo que se está realizando en la IA, se recurre a los términos de «pensar»,
|
|
«conciencia», «entendimiento» o «aprendizaje» de manera equívoca, como metáfora
|
|
o analogía para que sea más fácil el entendimiento del objeto de estudio de
|
|
esta disciplina. Suena convincente pero hay un problema: si se recurre a un
|
|
significado figurativo de los vocablos debido a que no hay palabra que pueda
|
|
describir a esa cosa llamada IA, ¿por qué no mejor se usan las nociones de
|
|
«ejecutar», «procesar», «relacionar» o «guardar», es decir, términos un tanto
|
|
más «maquinales»?
|
|
|
|
Ojo: en gran parte de las profundidades de la teoría e ingeniería de la IA
|
|
efectivamente no se usan los términos de «pensar», «conciencia», etc. Sin
|
|
embargo, es extraño que de modo coloquial las personas involucradas en esta
|
|
disciplina se expresen de esta manera, ya que más allá de jugar con la
|
|
flexibilidad de los conceptos, es también una muestra de cómo se perciben a sí
|
|
mismos y a su campo de estudio. ¿Acaso no sería más entendible para el público
|
|
general que la IA es una computadora muy avanzada que procesa información en
|
|
lugar de hablar de algo aún más perplejo como lo es la «conciencia» y el
|
|
«pensamiento»? Quizá es porque de manera efectiva la IA es o será algo más que
|
|
una supercomputadora recursiva, pero tal vez no es sino cómo el personal
|
|
involucrado *se ve a sí mismo creando algo que no es solo una «máquina»*.
|
|
|
|
La insistencia parece necia, «¿Qué importa si en la divulgación o entre pláticas
|
|
del día a día se hable de “pensamiento”, “conciencia”, “entendimiento” o
|
|
“aprendizaje”?, ¿qué más da si la IA “piensa” o no? Carece de sentido, lo
|
|
*esencial* es que se están creando sistemas que tienen una mejor capacidad de
|
|
predicción y de creación de vínculos que los humanos, incluso al punto que
|
|
es tan grato como alarmante». Cuando el «pensar» y el «ser conciente» se
|
|
descorporaliza, se «abstrae», poco o nada puede alarmar la extrapolación de
|
|
términos cuya base fenoménica son las funciones biológicas de un cuerpo.
|
|
|
|
La abstracción se dio desde muy temprano en la historia de la filosofía
|
|
occidental. Platón y su mundo de las ideas no solo creó una dicotomía entre
|
|
el «alma» y el «cuerpo», también fundó la base para entender el proceso del
|
|
pensar, y de paso del filosofar, como una labor que poco o nada se parece a otro
|
|
tipo de quehacer, como puede ser la creación de una escultura o el cultivo
|
|
de un campo. De Aristóteles a la escolástica el proceso de «pensar» se fue
|
|
asociando cada vez un poco más a un Ser o un Dios, en forma de metafísicas,
|
|
teologías o pruebas ontológicas orientadas a la perfectibilidad del ser.
|
|
|
|
Con Descartes el acto de pensar empieza a secularizarse al fundar a Dios como
|
|
sustancia distinta y de base para la *res cogitans* y la *res extensa*. El
|
|
proceso es interesante, ya que la desvinculación es por lo menos triple:
|
|
1) separación del *cogito* de Dios, 2) distanciamiento entre la *res cogitans*
|
|
y la *res extensa*, y 3) la plena ausencia de la carne en el *cogito*. Si
|
|
con Aristóteles y la escolástica se trataba de crear un vínculo entre lo
|
|
terrenal y lo divino a través del raciocinio o la fe, que en uno u otro caso
|
|
implican la necesidad de pensar, en Descartes ni hay nexo concreto entre
|
|
Dios y el hombre ni relación entre el pensar y la función biológica que
|
|
precisa el cerebro para funcionar.
|
|
|
|
El idealismo alemán y el psicologismo, aunque vertientes muy dispares, en
|
|
este sentido no harán sino abstraer aún más el pensar de su base biológica,
|
|
hasta un límite que horrorizó a Husserl. La vuelta a las cosas mismas y el
|
|
carácter de la intencionalidad de la conciencia de la fenomenología filosófica
|
|
se perfiló como un gran candidato para la encarnación de vuelta del pensar.
|
|
Pero el ánimo duró poco y de la fenomenología Husserl retornó al carácter
|
|
«eidético» del pensar. Y aunque el quehacer filosófico «continental» a partir
|
|
de Husserl empezó a revincular el pensar con el «cuerpo» y la existencia en
|
|
su organicidad y sociabilidad, el surgimiento de la filosofía «analítica»
|
|
decidió orientarse a la lógica, el lenguaje, las ciencias «duras» y
|
|
posteriormente a la mente: la raíz y fundamento filosófico de la teoría de
|
|
la IA.
|
|
|
|
Este cuento estercolero tiene la finalidad de hacer notar que el vínculo entre
|
|
el «pensar» y la «conciencia» con las funciones biológicas de un «cuerpo» es
|
|
una condición necesaria para que se pueda hablar de una y otra cosa, donde su
|
|
«inesencialidad» es más un constructo que un «hecho». O en otros términos, el
|
|
ser que piensa y que es consciente también es un ser vivo; queya muerto no
|
|
existe seguridad si sigue pensando o siendo consciente. (Una excepción es Dios,
|
|
que es omnisciente sin que sean aplicables las categorías de vida-muerte, pero
|
|
dejémoslo como una historia aparte). Pero no solo eso, lo que entendemos por
|
|
«pensar» está asociado de una u otra forma a una estructura orgánica cerebral
|
|
desde un sentido abierto donde entran los animales humanos y no-humanos, pasando
|
|
al intermedio por el cual solo los homínidos forman parte del club, hasta el
|
|
completo cierre en nuestra especie.
|
|
|
|
La reducción es tal que la cualidad de pensar y de ser conciente solo es
|
|
aplicable a ciertos seres vivos con una estructura cerebral. ¿Cómo pues es que
|
|
no hay problema con aplicar estas categorías a entidades que ni tienen órgano
|
|
cerebral ni están vivos? ¡Vaya desgracia para los defensores de la dignidad
|
|
animal, que durante milenios han luchado por los derechos de los que no pueden
|
|
hablar, mientras que para los creadores de chips y código sin ningún problema
|
|
se admite la entrada de sus creaciones al club!
|
|
|
|
Más allá de una búsqueda de mantener al «pensar» y a la «conciencia» en sus
|
|
límites biológicos, de denunciar una «violencia teórica» o de argumentar que,
|
|
en efecto, la IA no piensa, quizá un recorrido en otro campo ayude a mostrar
|
|
otra cara de este problema…
|
|
|
|
## El «decubrimiento», «invención», «encuentro», «desencuentro» y «choque» de América
|
|
|
|
Cuando Colón arribó al Caribe ignoró que estaba tocando pie en un «nuevo»
|
|
continente. Pese a las sospechas que lo fastidiarían el resto de sus días,
|
|
el «descubridor» de América siempre pensó que lo que había «descubierto» era
|
|
una nueva ruta a las Indias. Vaya carácter enigmático el de este fenómeno
|
|
ya que a partir del desconocimiento paulatinamente se forjaría una idea de lo
|
|
que se conocería como Nuevo Mundo y, más tarde, América.
|
|
|
|
Este proceso que parte del desconocimiento hasta la confrontación, no solo en
|
|
el plano bélico sino también en el discurso, es lo que de cierta manera
|
|
permite indicar que fueron los españoles, primero los aventureros y luego los
|
|
conquistadores y evangelizadores, los «descubridores» de América. Contactos
|
|
entre este continente y el resto ya habían existido: lo que conocemos por
|
|
América no estaba del todo aislado, simplemente estaba afuera, era el límite de
|
|
las cosmovisiones de las culturas europeas, asiáticas, africanas u oceánicas.
|
|
Así como en la antigua Grecia todo aquello fuera de la influencia helénica era
|
|
considerado «bárbaro», así también América no había sido incorporando al
|
|
horizonte de sentido de las culturas al otro lado del océano. Es más, América
|
|
no era ni «bárbara», ya que esto implica una incorporación negativa, era por lo
|
|
menos un mito, aunque para la mayoría una «nada».
|
|
|
|
Las exploraciones, conquistas, colonización y evangelización españolas serían
|
|
el punto de arrastre que anexionarían este continente en el marco de la
|
|
cultura occidental. Más que el europeo haya dotado de «ser» a América, le
|
|
implantó un orden de las cosas en torno a algo tan desconocido y euroasiático
|
|
como lo es el concepto de «ser». El verbo «dotar» no es un simple «dar» sino
|
|
un «otorgar algo que se necesita», ¿cómo pues se podría dotar de «ser» a
|
|
este continente si la noción de «ser» (ojo, no de «lo que es») ni existía y
|
|
durante mucho tiempo tampoco fue menester?
|
|
|
|
«Nuevo Mundo», difícilmente será un término que vuelva a resurgir en nuestra
|
|
historia debido al avance de la técnica. En el siglo XVI la capacidad de
|
|
observación, entendida como una visión que no solo contempla, sino que también
|
|
absorbe lo que tiene en su mirada, estaba en reciente expansión. Mientras tanto,
|
|
en la actualidad esta capacidad ya ni siquiera se mide en kilómetros, sino en
|
|
años luz. Es tal la dilatación de nuestra capacidad de observación que ya hemos
|
|
incorporado en nuestro horizonte de sentido lugares en el universo que tal vez
|
|
nunca alcanzaremos, destruyendo nuestro lugar privilegiado en el cosmos así como
|
|
la misma idea de «cosmos» e imposibilitando esa completa paralización que supone
|
|
el tocar pie en una tierra que ni se sabe dónde estaba ni «qué era».
|
|
|
|
Este es el sentido primogenio de un de repente, sin anticipación alguna, toparse
|
|
con una entidad geográfica que se suponía «no estaba ahí». No solo lo digo
|
|
por el desconocimiento y asombro que tuvieron los europeos al venir a América,
|
|
sino también del desasosiego y shock que los americanos palparon al ver y
|
|
tener noticia de la existencia de esas otras tierras. Aunque el término de
|
|
«Nuevo Mundo» históricamente se haya aplicado a la noción occidental sobre
|
|
América, este concepto bien es aplicable a la sensasión que los americanos
|
|
sintieron respecto de Europa. Ni América tenía que estar ahí, ni el resto de
|
|
los continentes se suponía que yacían ahí. El grado de ignoracia por ambas
|
|
partes fue tal, que por ello en nuestros días difícilmente y sin previo aviso
|
|
una masa geográfica se aparecerá ante nuestra mirada expectante, y más si se
|
|
cae en cuenta que esta aparición *ex nihilo* no fue una llana masa inerte,
|
|
sino llena de «vida» con un grado de familiaridad enorme.
|
|
|
|
La aparición de «nueva vida», más específicamente de «vida semejante» es lo
|
|
que empezó un proceso de asimilación que no fue políticamente neutro ni del
|
|
todo propio de cada uno de los individuos, americanos o españoles. ¿De qué
|
|
manera traer a sí algo tan desconocido pero al mismo tiempo tan similar? ¿Cómo,
|
|
pues, cada cultura iba a incorporar a su horizonte cultural una «nada» que casi
|
|
de la noche a la mañana se develó como un «ser como otro»? El «ensueño de la
|
|
imaginación», como gusta llamarse Romero de Solís, fue precisamente el vínculo
|
|
dentro de esta crisis de identidad.
|
|
|
|
Cuando algo tan «irreal» cae sin previsión en el mero centro de una «realidad»
|
|
considerada consumada, es la ida a sus límites, el retrotraerse, lo que facilita
|
|
su digestión a prisa, con desvelo y a contrapelo. Los americanos no necesitaban
|
|
de los españoles para darle cumplimiento a su realidad: la idea de la espera
|
|
del regreso de Quetzalcóatl no era una opinión compartida por muchos. Ni los
|
|
españoles precisaban de América para terminar de pulir su realidad: querían
|
|
nuevas rutas de mercado, la Corona anhelaba la legitimación de su poder ante
|
|
una Europa perspicaz con sus acciones. Pero pese a esta autosuficiencia,
|
|
América se convirtió en el umbral que trajo a España a su edad de oro, en
|
|
sentido figurado y literal, y lo que convirtió a los españoles en entes
|
|
divinizados.
|
|
|
|
Este desenvolvimiento de los hechos no me parece que haya sido ingenuidad por
|
|
parte de los americanos o suerte de los españoles. En los límites de lo real
|
|
aconteció una incorporación que permitió un ver cara a cara el otro a partir
|
|
de la ficción y el mito. Para los españoles América fue la expresión concreta
|
|
de sus novelas caballerescas. Mientras que para los americanos fue la
|
|
condensación de mitos en ese modo tan suyo de presentarse: como creencia pero
|
|
recelo al mismo tiempo.
|
|
|
|
Un aspecto interesante es que la asimilación española no fue a través de la
|
|
incorporación de personas a su mundo, sino la anexión de tierras y riquezas.
|
|
En el universo discursivo de las novelas caballerescas de lo que se hablaba
|
|
era de doncellas, enemigos destruidos de manera heróica, fama, gloria y
|
|
riquezas. Nada distinto a los planes generales de Hernán Cortés, a su estricto
|
|
cuidado en conocer toda la geografía de Mesoamérica o en mandar a explorar por
|
|
la noticia de que en Colima, específicamente en Cihuatlán (ahora parte de
|
|
Jalisco) había un lugar con mujeres hermosas, las Amazonas, y con muchas perlas.
|
|
Nada tampoco opuesto a Nuño de Guzmán y la exterminación sin peso de conciencia
|
|
de los americanos, su lucha heróica por el occidente mesoamericano, ahora Nueva
|
|
Galicia. Ni extraña el hecho que ante el desobedimiento de sus huestes y el
|
|
primer enfrentamiento con los nativos de Colima, al parecer en Tecomán o
|
|
Armería, Hernán Cortés mandará a unos de sus generales de mayor confianza,
|
|
Gonzalo de Sandoval, a que inmediatamente fuese a «pacificar» estas tierras,
|
|
independientemente de que se encontrara en el Pánuco: no solo era una
|
|
desestabilización política por abrir nuevos frentes cuando en otros la victoria
|
|
aún no estaba asegurada, también implicaba la lucha titánica, casi perdida, que
|
|
merecía un «buen ejemplo» del triunfo de los caballeros de la corona; es decir,
|
|
violencia al tope para exaltar al héroe mientras que demostraba su lealtad ante
|
|
sus señores (y la espera de una buena fama y encomiendas). Así también puede
|
|
entenderse al pobre Francisco Cortés y su anhelo por ir lo más lejos posible del n
|
|
uevo horizonte español, esa frontera donde la ficción aún podía fundirse con la
|
|
realidad; pese a su intento, olvidó que la puesta al límite implica una relación
|
|
de poder, la cual siempre sería opacada por su pariente más sobresaliente, el
|
|
mismo Hernán Cortés, teniendo una muerte trágica, una muerte buscada por un
|
|
caballero sediento de fama.
|
|
|
|
La asimilación americana fue a través de cada uno de los españoles, porque de
|
|
esas tierras lo único que sabían era lo que les contaban. Fue el contacto de
|
|
una cultura por medio de la piel, el hierro, la técnica, la mirada y esa palabra
|
|
difusa del caballero que engaña y que no ve del americano mas que un intermedio
|
|
entre él y las riquezas de América. Cuando de otra cultura solo se tiene al otro
|
|
para comprenderla, cualquier objeto, cualquier cháchara, cualquier conversación
|
|
es deseada para poder digerir esa realidad que se tienta desmoronada. Que se
|
|
vaya el oro, que se haga la fiesta, que los recursos que se tienen y pueden
|
|
volver a obtenerse se inviertan en cualquier partícula de aquello que no nace
|
|
en esta tierra: espejos y conversaciones. La técnica fue una parte importante
|
|
entre la digestión en este límite, cuando Cortés mandaba a dar cañonazos,
|
|
causaba más pánico el estruendo y el hedor de la pólvora quemada que la
|
|
capacidad destructiva del cañón. El caballo no se veía como un instrumento
|
|
militar al modo en que los españoles lo daban por sentado, ni los bergantines
|
|
como señales de amenaza militar. Fue la envergadura, el ruidio, el olor y la
|
|
textura tan novedosos para los americanos, tan más radicalmente inédito como
|
|
insólito fue el panorama de estas tierras para los españoles. Esta manipulación
|
|
de las sensaciones por parte de seres tan semejantes a los americanos fue lo que
|
|
en su límite se captó como el deshilachamiento del mito en las hebras que
|
|
componían las venas de aquellos entes. No eran totalmente dioses, pocos así lo
|
|
creyeron, pero tampoco eran del todo hombres porque esa técnica no formaba parte
|
|
de este horizonte mundano. ¿Entonces? Asimilación con recelo hasta que con el
|
|
tiempo los mismos españoles evidenciarán dos cosas: 1) son igualmente humanos y
|
|
2) lo más aterrador no era su capacidad técnica, sino cómo su técnica estaba
|
|
diseñada para dar muerte: armaduras, caballos, espadas, lanzas, cañones,
|
|
bergantines y retórica, todo perfilado para manchar de sangre semejante porte.
|
|
|
|
Del espacio caballeresco y de la nueva técnica del hombre se siguió la
|
|
nivelación del tono. Los españoles se dieron cuenta que América no era una
|
|
tierra de riquezas que solo era necesario recoger sus frutos, sino un continente
|
|
que habría de trabajarse y planificarse según el modo de obtención de riquezas
|
|
que su horizonte ya conocía y con la «ayuda» de los nativos de estas tierras: no
|
|
fue suerte, sino el trabajo intelectual y físico lo que abrió la puerta de oro a
|
|
España y la desgracia de los americanos que fueron usados como fuerza laboral
|
|
para este fin o exterminados por su poca voluntad de subsumirse. Los americanos
|
|
en la sed material de los españoles y su extraña idea de un Dios de tres
|
|
dimensiones (la humana, la paloma y el sin cuerpo) cayeron en cuenta que los
|
|
europeos no se distanciaban mucho de ellos: no fue ingenuidad, sino un proceso
|
|
de asimilación de la encarnación del mito a la desmitificación. Aconteció un
|
|
fenómeno de «humanización»: verse a sí mismo en el otro.
|
|
|
|
Un encuentro fundamental fue entre los viejos americanos y los monjes
|
|
franciscanos. El fenómeno de humanización solo duró días. Entre las
|
|
conversaciones se percibió un transfondo común completamente «humano» de
|
|
dudas y tentativas de respuesta respecto al significado, el sentido y la raíz
|
|
de cada una de estas realidades. Pero la distancia también fue garrafal. Los
|
|
españoles no lograban entender la importancia y el sentido que las celebraciones
|
|
tenían en Mesoamérica, incluida entre estas la práctica del sacrificio. A los
|
|
americanos les costaba abstraer la idea de un Dios que consistía de tres seres,
|
|
siendo uno de estos «alguien» que carecía de todo cuerpo, así como les pareció
|
|
absurdo la autoridad dada a una persona que decía que era suyo unas tierras que
|
|
nunca había trabajado ni por lo menos visto. En este breve «encuentro» aconteció
|
|
el «desencuentro»: la cruz o la guerra.
|
|
|
|
En no «encontrarse» fue la imposibilidad de percibir en el otro un
|
|
humano-humano; es decir, un hombre tal como en cada mundo se conocía como tal:
|
|
era de bárbaros el sacrificio, era lo locos o borrachos el creer en semejante
|
|
divinidad o en un tlatoani que se arropaba todo el mundo para sí. El proceso
|
|
de diferenciación por parte de los españoles fue desde un sentido
|
|
ético-religioso, donde todos los americanos eran humanos, pero portadores del
|
|
pecado original, por lo que era preciso el tutelaje por acuerdo mutuo, cuyo
|
|
principal guía fue Bartolomé de las Casas. O la distinción fue de un modo
|
|
naturalista: los indios carecían de razón natural, por lo que se justificaba la
|
|
guerra en caso de no querer aceptar la cruz, por ellos y el futuro de los
|
|
americanos, siendo Juan Ginés de Sepúlveda su mayor punto de relieve. De la
|
|
Junta de Valladolid se desprendió la justificación necesaria para lo que ya se
|
|
estaba llevando a cabo en América.
|
|
|
|
El proceso de diferenciación entre los americanos fue desconfianza ante la
|
|
palabra de los españoles, sentimiento de culpa por haber dado abrigo al
|
|
enemigo y una actitud de vencimiento por haber traicionado los fundamentos de
|
|
su mundo. Los conquistadores poco a poco mutaron en una plaga enviada por los
|
|
dioses a modo de castigo, no más rituales, no más sacrificios podrían salvar
|
|
al mundo que se derretía. Y cuando el centro de la realidad se fragmenta en
|
|
mil pedazos o cuando la realidad era tan pesada, lo más anhelado es aniquilarla
|
|
de modo contundente y reservar una migaja a modo de refugio. Quienes ostentaban
|
|
el poder no les quedó sino tratar de enmendar sus abusos del pasado, en poco
|
|
tiempo, tan despojada de orgullo que fue motivo de recelo, en lugar de
|
|
convencimiento. A esos americanos, a los autodenominados aztecas, la lucha y
|
|
la muerte digna fueron sus opciones. Pobre Moctezuma, la vergüenza de América,
|
|
y Cuauhtémoc, ese trágico *élen vital* que anuncia la retirada por lo alto de
|
|
una era. Los bárbaros del norte, se fueron con el sol al morir la tarde, danza
|
|
afligida con Huitzilopochtli y su universo de valores guerreros. Entre los
|
|
dominados por ese «imperio», los españoles se percibieron como un mal menor, o
|
|
al menos como esa maldad necesaria para salvaguardar lo poco que les quedaba.
|
|
Las alianzas o las treguas era lo más viable cuando en el mundo en el que se
|
|
vivía se estaba siempre a la sombra de una voluntad más fuerte y violenta como
|
|
fue esa tribú chichimeca que fundó Tenochtitlan.
|
|
|
|
Diferenciación en sentido ético-religioso o naturalista, o como ocaso digno
|
|
o nuevo sometimiento, por desgracia no fue suficiente para el proceso de
|
|
aculturación de dos mundos. En esta tierra y con ese contraste de posturas
|
|
solo un mundo era posible: la confrontación ocurrió. Noches tristes, quema
|
|
de pueblos, suicidios colectivos y traiciones es como se traduce la parte más
|
|
obvia de este proceso de aculturación. Henán Cortés en la huida por la pérdida
|
|
de control ocasionada por sus huestes; una revancha que marcó el hito para
|
|
demostrar que Tenochtitlan no era invensible; la «pacificación» del Pánuco o
|
|
del occidente como «buen ejemplo» de la capacidad bélica española por negar la
|
|
cruz; los amotinamientos de los americanos que en varias ocasiones estuvieron
|
|
cerca de crear un punto de referencia sobre la debilidad de los españoles; unos
|
|
americanos que prefirieron matarse, asesinar a sus hijos y clavarse cuchillos
|
|
sobre el vientre para que ni ellos ni su estirpe tuvieran un destino reducido
|
|
a ser animales de carga que comían restos de maíz, como lo describió Lebrón de
|
|
Quiñones; un Tzintzuntzan que de manera tan hábil pudo mantener una relativa paz
|
|
con Cristóbal de Olid, uno de los generales de Cortés, pero cuya tregua fue tan
|
|
frágil como liviana se mostró la palabra de Nuño de Guzmán que quemó al «rey» y
|
|
al «reino» de los purépechas.
|
|
|
|
Si bien este relato es más una trama construida que la sucesión precisa de
|
|
hechos históricos, lo que quiero poner de relieve es que la comprensión del
|
|
«decubrimiento», «invención», «encuentro», «desencuentro» y «choque» de América
|
|
es tanto un conjunto de hechos como su reconstrucción para tener un conocimiento
|
|
general de este momento específico de nuestra historia. Esta reestructuración
|
|
tan nuestra se comprende a través de estos fenómenos: 1) el desconocimiento y
|
|
los procesos de 2) asimilación a través del límite, 3) humanización, 4)
|
|
diferenciación y, por último, 5) confrontación. Es un factor fenoménico
|
|
descrito desde una perspectiva general al hablar de americanos y españoles.
|
|
Pero quizá también sean aplicables, con sus respectivas modifiacciones o
|
|
ausencias, desde un punto de vista individual y no solo para la comprensión
|
|
de la conquista de América…
|
|
|
|
## La aculturación en la inteligencia artificial
|
|
|
|
---
|
|
|
|
Desconocimiento
|
|
Asimilación a través del límite de lo real (mito y ficción)
|
|
Humanización
|
|
Diferenciación
|
|
Confrontación
|
|
|
|
=> Aculturación
|
|
|
|
Más que el europeo haya dotado de «ser» a América, le
|
|
implantó un orden de las cosas en torno a algo tan desconocido y euroasiático
|
|
como lo es el concepto de «ser».
|
|
|
|
un conjunto de hechos como su reconstrucción para tener un conocimiento
|
|
general de este momento específico de nuestra historia. Esta reestructuración
|
|
tan nuestra se comprende a través de estos fenómenos: 1) el desconocimiento y
|
|
los procesos de 2) asimilación a través del límite, 3) humanización, 4)
|
|
diferenciación y, por último, 5) confrontación.
|
|
|
|
Pero prefiero otra división cuando se trata del problema sobre si la IA
|
|
«piensa», que a lo largo de este texto intentaré indicar su pertinencia:
|
|
EMULACIÓN o EXPLORACIÓN.
|